La UE prevé que se crearán
900.000 puestos de trabajo hasta 2020 relacionados con el mundo digital y las
TIC
La Cuarta Revolución
Industrial generará profesiones de alta cualificación, algunas todavía ni
siquiera existen.
Adaptarse a los cambios
tecnológicos o morir profesionalmente. Para abrirse camino en el mercado
laboral no queda más remedio que reciclarse en lo que ya se denomina la Cuarta
Revolución Industrial, una transformación sin precedentes que se está
produciendo a velocidad de vértigo. En este escenario ya hay estudios que
pronostican los nuevos empleos que se generarán, y algunos incluso todavía no
existen. Pero hablar de internet, robotización, inteligencia artificial o Big
Data también enciende siempre las alarmas por la destrucción de puestos de
trabajo que puede suponer.
Sin embargo, diferentes
expertos consideran que no hay que preocuparse, porque la revolución
tecnológica no causará grandes estragos en el empleo, sino que obligará a «un
cambio en la gran mayoría de las ocupaciones, lo que exigirá la redefinición de
los puestos de trabajo y de los procesos de negocio. Además, se precisará
adquirir nuevas habilidades y competencias», como explica Esther López,
directora de formación de la Fundación Tecnologías de la Información de Ametic,
la patronal de las empresas tecnológicas.
Precisamente esta
organización estimó que entre 2013 y 2017 aparecerán 300.000 nuevos empleos en
el ámbito tecnológico y de la comunicación. Y las previsiones de la Unión
Europea apuntan en esa misma dirección: hasta 2020 se crearán 900.000 nuevos
puestos de trabajo, sobre todo relacionados con la tecnología. Es la cantera
hacia donde dirigir las expectativas profesionales, como la robótica o la
inteligencia artificial.
Los nuevos perfiles
«La automatización traerá
consigo la creación de nuevos puestos de trabajo ligados al mundo digital y a
las nuevas tecnologías, y a lo que ya conocemos como economía creativa. Las
nuevas profesiones de internet crean cada año 100.000 nuevos empleos. Por otro
lado, en los últimos años hemos visto el nacimiento de nuevos modelos de
empresas e incluso startups que precisan de ese tipo de habilidades para su
negocio», sostiene Jorge Guelbenzu, director general de Infoempleo. Aunque
reconoce que la incorporación de las máquinas y robots en el día a día «ya ha
incidido en muchos puestos de trabajo y en los próximos años veremos que
provocarán la desaparición de otros tantos».
Desarrollador de Apps,
especialista en posicionamiento web, experto en comunicación digital... son
algunos de los nuevos perfiles
Analista web, especialista
en posicionamiento web, responsable e-Commerce y de contenido digital,
desarrollador de Apps, digital marketing manager, Social Media Manager, experto
en comunicación digital... son algunos de los nuevos perfiles que ya se están
incorporando a las empresas y tendrán gran demanda a corto plazo.
Entre todos, especialista en
Big Data es lo más demandado por las compañías, según el «XI Informe Los +
Buscados en 2016», que ha realizado Spring Professional, de Adecco. «Las
profesiones que se atisban tienen que ver con la analítica de datos, con la
estadística y matemática. Hace falta expertos que sepan manejar todo el volumen
de Big Data que la nube acumula. Cualquier empresa tiene grandes cantidades de
datos de sus clientes y usuarios. Hay que saber sacar partido a esos datos para
dar mejor servicio», explica Francisco Ruiz Antón, director de Políticas
Públicas yRelaciones Institucionales de Google España y Portugal.
Existen muchos campos que
cubrir. La ciberseguridad también es un sector en alza. El estudio de Adecco
señala que otro de los puestos más cotizados en las empresas son los expertos
en seguridad informática. «Se necesitan gestores de seguridad en la nube
—afirma Ruiz Antón—. Y expertos en internet móvil y en el internet de las
cosas: desarrolladores de sistemas; aplicaciones móviles; analistas de
sistemas; expertos en impresoras 3D, en robótica e inteligencia artificial».
Empleos que desaparecerán
Pero la Cuarta Revolución
Industrial también tiene su cara amarga. Un grupo de investigadores del Foro
Económico Mundial, que tuvo lugar el pasado mes de enero en la localidad suiza
de Davos, elaboró un informe descorazonador: se perderán 7,1 millones de
puestos de trabajo en los países más desarrollados del mundo a causa de los
cambios tecnológicos. Afectará más a aquellos relacionados con labores
administrativas y de oficina, manufacturas, cadenas de montaje... En
contrapartida, aparecerán dos millones de empleos para especialidades como
informática, matemáticas e ingeniería. Tendrán que ver con el análisis de datos,
la inteligencia artificial, especialistas de venta.... Otro estudio realizado
por la Universidad de Oxford y Deloitte aventura que 700 profesiones se
extinguirán en 20 años.
¿Quién se quedará en el
camino? «Si un puesto se puede sustituir por una máquina se hará», afirma José
Ramón Pin, profesor del IESE Business School. «Los trabajos que nunca podrán
sustituir las máquinas tienen como base la imaginación y el cariño humanos
—asegura este docente—. De manera que el futuro será para todos aquellos que puedan
imaginar nuevas máquinas, para las profesiones relacionadas con las artes, la
cultura y el cuidado de las personas».
«Se necesitarán
profesionales con currículo en competencias en ciencias, tecnología, ingeniería
y matemáticas»
A partir de ahora esta
Cuarta Revolución Industrial será para trabajadores altamente cualificados y
con una gran capacidad de adaptación, flexibilidad y aprendizaje continuo. Los
que tengan menor formación serán desterrados. «El mercado tecnológico demanda
perfiles más multidisciplinares, profesionales con un currículo en competencias
en ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas, ya sea por educación
universitaria o por un perfil más técnico procedente de FP superior», indica
Esther López desde Ametic.
Deberán poseer habilidades
extras. «Don de gentes, imaginación, capacidad de adaptación, estar aprendiendo
siempre. La universidad será para toda la vida. El directivo del futuro es un
tipo con imaginación para adelantarse a las necesidades de la gente, que ni el
cliente sabe que las tiene», asegura el profesor del IESE.
El trabajador del futuro
deberá poseer competencias como «el trabajo colaborativo y en equipo, la
gestión del tiempo, resolución de problemas, razonamiento analítico, capacidad
de buscar, filtrar y priorizar información», añade Esther López.
Déficit de talento
La exigencia de una alta
cualificación y de nuevas competencias y habilidades conduce a otro fenómeno
que se está produciendo en el presente: existe déficit de talento. La empresa
de Recursos Humanos Randstad ya ha advertido que España será uno de los países
europeos con mayor desajuste entre la formación de sus profesionales y las
necesidades de las empresas.Sus previsiones apuntan a una falta de
profesionales de lo que se denomina perfiles STEM (Science, Technology,
Engineering y Mathematcis). De hecho, la demanda de estos trabajadores
aumentará en Europa un 14% hasta el final de la década. En nuestro país, se
prevé que en 2020 faltarán 1,9 millones de profesionales altamente cualificados,
una situación que coincidirá con elevadas tasas de desempleo en perfiles de
menor formación académica o con especializaciones con menores salidas
profesionales. «La estimación que es toda Europa necesitará de estos perfiles a
un ritmo del 10% anual. Ahora se requiere perfiles más científico
cuantitativos, sin embargo las generaciones que se están formando son menos
numerosas. Y la falta de estos profesionales ya se empieza a sentirse en el
Viejo Continente», indica Valentín Bote, director de Randstad Research.
Tampoco el sistema educativo
está en sintonía con la demanda de las empresas. «Las entidades desean un
profesional con unos conocimientos que la formación reglada no ofrece porque no
evoluciona con tanta facilidad», defiende el director de Infoempleo. Y, además,
la revolución tecnológica se desarrolla de forma acelerada, lo cual exige una
formación y renovación permanente.
El último Informe Infoempleo
Adecco concluía que dos de cada tres empresas reconocen haberse encontrado con
serias dificultades para cubrir determinados puestos vacantes durante el último
año. Entre otras razones por la carencia de competencias técnicas (50%), la
falta de experiencia (38,9%) y unas expectativas salariales demasiado elevadas
(38,9%).
«Ingeniería y producción, comercial
y ventas, tecnología, telecomunicaciones e informática son las áreas donde más
dificultades están encontrando las empresas para seleccionar candidatos»,
afirma Guelbenzu. Para poner fin a esta situación, la mitad de las empresas
apuestan por llevar a cabo acciones formativas (54%) y por la introducción de
mejoras en los procesos selectivos (49%), a lo que se une un 33% que selecciona
el personal en los centros educativos (universidades, centros de FP...).