Los mayores de 65 años se
duplicarán en España en 2052, una bomba para el sistema de pensiones que invita
a buscar ya fórmulas de ahorro complementario
El Bundesbank recomendaba
esta semana retrasar la edad de jubilación en Alemania hasta los 69 años para
sostener sus sistema de pensiones, aviso que ha vuelto a poner el dedo en la
llaga: Europa envejece sin remedio. Su población es la más longeva del mundo y
la progresión seguirá en aumento, también en España, donde las proyecciones
demográficas apuntan a que los mayores de 65 años prácticamente se duplicarán
en 2052, hasta rozar los 15 millones. Una bomba de relojería para el sistema
público de pensiones.
Las reformas emprendidas por
los gobiernos de Zapatero y Rajoy en 2011 y 2013 contribuirán a mejorar la
sostenibilidad del sistema, pero llevan aparejada una inevitable reducción de
las pensiones a medio y largo plazo. Son mayoría los analistas financieros que
recomiendan ahorrar para complementar la pensión pública futura y mantener así
el mismo nivel de ingresos que durante la vida laboral.
Nadie asegura que las
pensiones públicas vayan a desaparecer, pero todos los estudios de organismos
nacionales e internacionales alertan de que su cuantía se reducirá
drásticamente. Hasta antes de la crisis, un jubilado español recibía de la
Seguridad Social una paga bruta media equivalente al 81,2% de su último salario
bruto. Es lo que se llama tasa de sustitución. Pues bien, solo con las dos
últimas reformas del sistema aprobadas, esa cobertura bajará progresivamente en
los próximos años hasta situarse en 2060 por debajo del 50%, según un informe
de la Comisión Europea. Es decir, el Estado garantizará en el futuro a los
españoles una pensión inferior a la mitad de su último sueldo, el recorte más
elevado de toda la Unión Europea.
Garantizar el nivel de vida
Para garantizar el mismo
nivel de vida en el futuro y la estabilidad de los ingresos cuando una persona
se jubila, solo hay un camino: recurrir a sistemas de ahorro privado que
complemente las diferencias entre el nivel de ingresos de la persona antes de
jubilarse y lo que percibirá como pensión de la Seguridad Social. Y
precisamente porque esa necesidad es cada vez mayor, el Estado favorece el
ahorro privado aplicando ventajas fiscales cuando se realizan aportaciones a
determinados productos, como es el caso de los planes de pensiones.
Las proyecciones
estadísticas del Ejecutivo comunitario incluyen estimaciones demográficas nada
alentadoras. Por ejemplo, que el número de afiliados por pensionistas bajará en
nuestro país de los 2,25 cotizantes actuales a 1,3 en 2060. En la elaboración
del estudio de Bruselas han participado los ministerios de Economía y de
Hacienda españoles.
Mayor recorte de la UE
Todo esto supone que en el
citado periodo, hasta 2060, esa tasa de sustitución se habrá reducido en 31,5
puntos porcentuales, el mayor recorte de todos los países de la Unión Europea,
seguido por Portugal (-26,7 puntos), Letonia (-18,8), Croacia (-16,7) y Estonia
(-14,9). Y se situará al mismo nivel que Francia, cuya tasa de reemplazo en
2060 será del 48,9%.
En los últimos cinco años
España se ha visto obligada a realizar dos grandes reformas de pensiones (la
edad de jubilación se retrasará de forma paulatina hasta los 67 años en 2027).
Y la delicada salud de las pensiones hace pensar que el próximo Gobierno deberá
buscar nuevas fórmulas para lograr ingresos que aseguren la estabilidad de la
Seguridad Social, acorralada por un déficit de 13.000 millones.
Con este panorama,
complicado de solucionar por sí solo, todo apunta a que los trabajadores en
activo en España vivirán todavía alguna (o algunas) reformas más antes de
jubilarse, lo que puede ser un aliciente para que los que aún no estén
convencidos de la necesidad de empezar a ahorrar para su retiro, se vayan
convenciendo. Entonces, surge la pregunta del millón: ¿cómo y cuánto debo
ahorrar? Para planificar la jubilación es necesario tener en cuenta los años
que quedan para acceder a la misma, ya que estos determinarán el esfuerzo
necesario a realizar. «Cuanto antes se comience a planificar la jubilación,
menor será el esfuerzo ahorrador que habrá que realizar en cada año», recuerdan
desde el Instituto Aviva.
Rentabilidad e inflación
Según la guía elaborada por
este Instituto para planificar el retiro, «para que los ahorros no pierdan
poder adquisitivo, es conveniente invertirlos en productos financieros para
obtener una rentabilidad que compense el alza de los precios y, adicionalmente,
lograr una rentabilidad extra que aumente el patrimonio. A partir de ahí, cada
uno determinará el riesgo que quiere correr.
A partir de ahí cada uno
debe decidir. Pero los datos son tozudos y las reformas apuntan a que habrá que
trabajar más años y cada vez se cobrará menos.