Por tipo de formación, las
que han registrado un mayor encarecimiento por alumno son la educación primaria
(16,2%) y la FP (9,24%)
El gasto total que las
familias asumen por la educación de sus hijos se situó en 2.251,27 millones de
euros en 2015, lo que supone un incremento de 399,68 millones de euros (21,59%)
con respecto al coste registrado diez años antes. Así lo asegura un informe de
kelisto.es en el que se analiza el impacto económico que los gastos educativos
de los alumnos no universitarios tienen en la economía doméstica, sin tener en
cuenta otros costes que también aumentan la factura final, como los libros, los
uniformes o el comedor escolar.
Por tipo de educación, la formación
profesional (73,19%), el primer ciclo de infantil (36,77%) y primaria (4,72%)
son los que han experimentado un mayor aumento en el gasto total en la última
década, una evolución que contrasta con la del segundo ciclo de educación
infantil, donde el gasto global tan solo ha subido un 0,81% últimos diez años.
«La subida del gasto total
en educación guarda relación con el incremento en el número de alumnos, que ha
pasado de 7,02 millones en 2006 a 8,06 millones en 2015. Sin embargo, también
tiene mucho que ver con las subidas de precios registradas en los últimos
ejercicios. En general, los precios de la educación han subido un 37,8% en la
última década, más del doble del porcentaje registrado por el IPC, que avanzó
un 14,9%. En la evolución de su precio, llama especialmente la atención el
repunte experimentado por la educación superior (70,4%) y el de ambos ciclos de
educación infantil, cuyo precio ha aumentado un 29,6%», explica la portavoz de
Finanzas Personales de Kelisto.es, Estefanía González.
La combinación de aumento de
estudiantes y subida de los precios ha provocado que el gasto por alumno en
educación haya avanzado de forma algo más paulatina que el gasto global en esta
materia. En concreto, el gasto por estudiante ha crecido un 5,85% en los
últimos diez años, al pasar de 263,76 euros en 2006 a 279,18 euros en 20152.
En la evolución del gasto
por alumno de la última década, destaca el comportamiento de la educación
primaria y la formación profesional, cuyos costes han crecido un 16,2% y un 9,24%,
respectivamente. Por el contrario, el gasto por estudiante en el primer ciclo
de educación primaria se ha abaratado un 25,34%, la mayor bajada de la última
década.
Menos ingresos
El impacto de los gastos en
educación en la economía doméstica resulta especialmente preocupante si se
tiene en cuenta que su encarecimiento coincide con una reducción de los
ingresos de las familias. En 2015, los hogares obtuvieron una renta media de
26.092 euros, lo que supone una caída del 9,36% en comparación con 2008 (primer
año para el que existen datos disponibles) y del 13,16% con respecto a 2009,
año en el que los ingresos de los hogares alcanzaron el registro máximo3.
«Con este panorama, no es de
extrañar que la situación de muchas familias sea cada vez más delicada. A día
de hoy, cuatro de cada 10 hogares no tiene capacidad para afrontar gastos
imprevistos, una cifra que ha aumentado un 20% en la última década. En la misma
línea, el 10% de las familias ha tenido retrasos en el pago de sus facturas en
los últimos 12 meses, un 75% más que la cifra registrada en 2006», apunta
González.
En este contexto, la
evolución del importe de las becas no ha permitido mejorar la situación de las
familias. Si solo se tiene en cuenta la comparativa de la última década, el
apoyo económico del Ministerio de Educación a los estudiantes ha mejorado: en
concreto, el importe por beneficiario destinado a becas ha crecido un 6,11%.
Sin embargo, si se toma como referencia la cifra máxima que se destinó a este
fin en el mismo período (las de 2009), la tendencia cambia drásticamente: el
importe por alumno ha bajado un 8,68%, al pasar de los 2.040 euros de 2009 a
los 1.863 euros de 20159.