El nuevo presidente
de Estados Unidos cumple con su anunciada intención de que «en Estados Unidos
se hable sólo en inglés»
«Lo sentimos, pero esta página no ha podido ser encontrada».
Así reza la imagen de la página web de la Casa Blanca cuando se intenta acceder
mediante el enlace habitual a la versión en español del sitio oficial de
comunicación del presidente de Estados Unidos.
El nuevo mandatario norteamericano habría cumplido de esta
manera con la intención que transmitió en diversas ocasiones durante la campaña
electoral de promover que en su país «sólo se hable en inglés, y no español».
Una forma de trasladar su mensaje de marcado acento nacionalista, el de «poner
a América por delante», al uso de la lengua, excluyendo el uso de otras que,
como el español, es hablada ya en Estados Unidos por aproximadamente cincuenta
millones de personas.
Ya en los debates celebrados durante las primarias
republicanas, el que sería posteriormente nominado por el partido reprochó en
diversas ocasiones a sus rivales el uso del español, en especial al
exgobernador de Florida, Jeb Bush. Una agresividad que llevó al resto de
aspirantes a no utilizarlo apenas, incluidos los dos hispanos, los senadores
Marco Rubio y Ted Cruz.
Desde la llegada de Trump y su equipo a la Casa Blanca, el
cambio de la página web ha sido sustancial. En materia de contenidos políticos,
desaparecieron de forma inmediata los accesos a las secciones de luchas contra
el cambio climático y en favor de la causa gay. Pero la modificación más importante
se produce con la supresión de toda la versión del portal en español, que bajo
el mandato de su antecesor, el presidente Obama, había convertía en bilingüe la
comunicación de la Casa Blanca. No en vano, también la relación con la prensa y
la comunicación contaba con una oficina propiamente hispana y de relación en
lengua española.
Como por arte de
magia
La versión en nuestro idioma de la página web de la Casa
Blanca incluía el Discurso sobre el Estado de la Unión y los contenidos
relacionados con las órdenes ejecutivas de Obama que intentaban impedir la
deportación de los once millones de hispanos sin papeles, las llamadas DACA y
DAPA.
Pese a todo, también habrá presencia hispana en el entorno
de comunicación de Trump, aunque no tanto como una estructura propia, sino como
presencias individuales. El presidente ha nombrado a una hispana directora de
asuntos de prensa y asesora especial del presidente a Helen Aguirre, la
estadounidense de origen nicaragüense y hasta ahora afincada en Miami.
Aguirre inició las primarias republicanas como jefa de la
campaña de Jeb Bush. Posteriormente, se incorporó a la dirección de
comunicación hispana del Comité Nacional Republicano, durante la campaña para
la elección presidencial que terminó venciendo Donald Trump.