El Gobierno de EE.UU.
abre la puerta a un cambio en las políticas por las que no solo se perseguirá a
los inmigrantes indocumentados con cargos criminales violentos, sino también a
aquellos que hayan «abusado» de los beneficios públicos
Trump mantiene la protección
legal para los jóvenes indocumentados en EE.UU. («dreamers»
El Gobierno del presidente Donald Trump ha establecido este
martes las nuevas directrices de control migratorio en EE.UU., entre ellas
acelerar el proceso de deportación de inmigrantes indocumentados y contratar a
15.000 nuevos agentes migratorios.
Entre las directrices, firmadas por el secretario de
Seguridad Nacional, John Kelly, figura la contratación de 10.000 nuevos agentes
para el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) y 5.000 más de la
Oficina de Aduanas y Fronteras (CBP).
«El auge de la inmigración ilegal en la frontera sur ha
sobrepasado a las agencias y los recursos federales y ha creado una
significativa vulnerabilidad en la seguridad nacional de EE.UU.», se subraya en
las directrices.
Asimismo, se especifica un cambio en las políticas que
precisa que no solo se perseguirá a los inmigrantes indocumentados con cargos
criminales violentos, sino también a aquellos que hayan «abusado» de los
beneficios públicos o que, «a juicio de un agente de inmigración, puedan
suponer un riesgo para la seguridad pública y la seguridad nacional».
El Departamento de Seguridad Nacional, agrega, «ya no
eximirá a clases o categorías» de extranjeros indocumentados de «una potencial
aplicación de la ley», es decir, de una deportación.
Esto supone un notable cambio respecto a las directrices
marcadas durante el anterior Gobierno de Barack Obama, que ordenaba no llevar a
cabo estas deportaciones en base a violaciones menores de la ley, como conducir
sin licencia o tener una luz rota del coche.
Los «dreamers» quedan
exentos
El Gobierno de Donald Trump, que ha establecido las nuevas
directrices de control migratorio, con una expansión masiva de la capacidad de
deportaciones, ha dejado exentos a los jóvenes indocumentados («dreamers» o «soñadores»)
que llegaron a EEUU cuando eran menores de edad.
En el documento del Departamento de Seguridad Nacional se
especifica que estos jóvenes indocumentados «no» se verán afectados por las
nueves órdenes de la agencia federal.
El Programa de Acción Diferida (DACA), impulsado por el
Gobierno de Barack Obama en 2012, ha permitido frenar la deportación de 750.000
«soñadores».