La mayoría son
vestidos con ropa de mujer y utilizados como bailarines en fiestas. Después,
son violados en grupo
El Gobierno afgano da
las últimas pinceladas a un proyecto de ley que penalizará la extendida
práctica del Bacha Bazi, niños obligados a travestirse y bailar para hombres,
que a menudo son víctimas de abusos sexuales, tras años de presiones por parte
de organizaciones humanitarias.
«Antes de esto no teníamos ninguna ley que definiese todos
los tipos de Bacha Bazi uno por uno y que contemplase penas para todas las
formas» de esta práctica con siglos de historia en el país, explicó hoy a Efe
el portavoz del Ministerio afgano de Justicia, Aman Reyazat.
El departamento está "a punto" de finalizar el
proyecto de Ley Protección de los Niños, que establece los diferentes tipos de
abuso sexual a menores que se dan en el marco de esta práctica. El Ejecutivo
afgano ha preparado una enmienda del Código Penal en la que se prevén
diferentes condenas para todas estas formas de abuso, "desde sentencias
cortas a penas largas de prisión", detalló.
En la actualidad no existe una definición legal clara de
Bacha Bazi y para estos casos se aplican las penas contempladas para delitos
generales de pederastia en el Código Penal. El Ministerio de Justicia pretende
enviar "pronto" al Consejo de Ministros el proyecto de ley, que de
acuerdo con el procedimiento habitual debería ser aprobado por el Parlamento
pero que se espera entre en vigor como decreto presidencial, ya que el
Legislativo se encuentra cerrado por vacaciones de invierno. «Espero que sea
impuesto después de que el presidente (Ashraf Gani) lo firme en los próximos
diez días», comentó a Efe el asesor legal del máximo mandatario afgano,
Nasrullah Stanekzai.
Detalló entre las formas de abuso especificadas en la nueva
legislación «la venta de niños, bailes de niños, pornografía de niños y
participar en fiestas Bacha Bazi», aunque sea en calidad de invitado. También
serán perseguidos los miembros de las fuerzas de seguridad que "abusen de
sus cargos en las filas militares para cometer esta práctica", extremos de
los que salieron a la luz varios supuestos casos en los últimos dos años.
La Comisión Independiente de Derechos Humanos de Afganistán
(AIHRC, en inglés), que lideró la campaña de presiones para pedir una ley
contra el Bacha Bazi, aplaudió el «importante paso» dado por las autoridades
contra la «maléfica» práctica. En declaraciones a Efe, el portavoz de la
organización, Muhammad Bilal Sediqi, pidió que el proyecto sea aprobado a
través de un decreto presidencial, ya que el proceso en el Parlamento se podría
demorar años.
Las víctimas, generalmente niños de entre 10 y 18 años
procedentes de familias de clase baja, suelen ser contratados como aprendices o
sirvientes en casas y negocios, a menudo por medio de amenazas o engaños, según
un informe de AIHRC publicado en 2014.
La mayoría de ellos «son vestidos con ropa de mujer y
utilizados como bailarines en bodas y después de que la fiesta finaliza son
trasladados a un lugar en el que son violados por un hombre o algunos casos por
un grupo entero», advertía el informe