La Fiscalía venezolana ha indicado que los hechos se
produjeron en torno a las 16.00 (hora local), «cuando el joven realizaba
compras (...) cerca de donde se realizaba una manifestación»
Un adolescente de 15 años ha muerto este miércoles a causa
de las heridas sufridas durante la protesta contra el Gobierno de Nicolás
Maduro que se celebró el martes en el estado venezolano de Táchira.
La Fiscalía venezolana ha indicado que los hechos se produjeron
en torno a las 16.00 (hora local), «cuando el joven realizaba compras (...)
cerca de donde se realizaba una manifestación». «Recibió un disparo a nivel
umbilical» y fue trasladado inmediatamente al Hospital Central de San
Cristóbal, donde ha muerto esta mañana.
«Mi mamá lo mandó a un abasto para comprar un harina-pan
para la cena y no llegó más. Cuando nos llamaron ya lo tenían aquí en
quirófano», ha contado la hermana de la víctima en un vídeo difundido por redes
sociales. Según su versión, el joven entró diciendo que «habían sido los
guardias nacionales».
«Maduro desgraciadísimo, que está desgraciando a toda
Venezuela», ha dicho la hermana, que ha cargado también contra las fuerzas de
seguridad, que «no se cansan de matar». «Los odio con toda mi alma. Me lo
quitaron. Era un niño, tenía 15 años, apenas estaba empezando a vivir», ha
subrayado llorando.
La tensión política en Venezuela alcanzó un nuevo pico el
pasado marzo, cuando el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) despojó de sus
poderes a la Asamblea Nacional -controlada por la oposición desde 2016- y dejó
sin inmunidad parlamentaria a los diputados.
El Gobierno de Maduro ordenó dar marcha atrás en ambas
decisiones, algo que el TSJ cumplió, pero la oposición y la Organización de
Estados Americanos (OEA) consideran que se ha producido una «ruptura del orden
constitucional» que requiere elecciones anticipadas.
Desde entonces, la Mesa de Unidad Democrática (MUD) no ha
dejado de convocar manifestaciones multitudinarias que han acabado en
enfrentamientos con las fuerzas de seguridad. De acuerdo con el secretario
general de la OEA, Luis Almagro, la dura represión de las protestas podría
constituir un delito de lesa humanidad.