La «revolución sin contacto» llegará el 7 de julio; costará
2,5 euros y podrá solicitarse gratis los primeros cien días
El Consejo de Administración del Consorcio Regional de
Transporte acaba de autorizar esta nueva tarjeta, que estará en la calle
durante la primera quincena de julio y que va a acabar con los billetes de
banda magnética. Será como una tarjeta monedero, en la que poder cargar tanto
billetes sencillos de Metro y Metro ligero como metrobús o billetes de diez
viajes para los interurbanos. También está previsto que utilicen esta tecnología
los billetes turísticos. Sólo quedan fuera, de momento, los billetes de papel
de autobuses de la EMT e interurbanos.
Esta nueva tarjeta sin contacto la pueden utilizar varias
personas –es anónima–, y podrá adquirirse desde el 7 de julio en la red de
puntos de venta: estaciones de Metro y estancos. Costará 2,5 euros, y tendrá
una duración de 10 años.
Límites contra la
picaresca
No obstante, el gerente del Consorcio Regional de
Transportes, Alfonso Sánchez, explica que «durante los primeros cien días, del
7 de julio al 14 de octubre, se podrá conseguir de forma gratuita solicitándola
en la página web www.tarjetamulti.crtm.es». Para evitar la picaresca, habrá
límites: dos tarjetas por domicilio, y una por persona.
Esta no será la única novedad del sistema de pago del
transporte público madrileño: simultáneamente a esta, se pondrá en marcha una
segunda tarjeta sin contacto, en este caso para familias numerosas y personas
con discapacidad, que tienen derecho a descuentos en las tarifas.
Hasta ahora, estas bonificaciones se aplicaban en los abonos
nominales, pero no cuando estas personas adquirían un metrobús o un billete
sencillo. Con esta nueva tarjeta sin contacto, también podrán acceder a esas
rebajas de entre el 20 y el 50 por ciento.
Esta tarjeta bonificada podrán solicitarla las familias
numerosas y las personas con discapacidad en una semana: a partir del 26 de
junio en la página web www.tarjetatransportepublico.es. Se calcula que son
96.705 las familias numerosas de categoría general –hasta cuatro hijos–, y
9.738 las de categoría especial –con 5 o más hijos– en la región.
La puesta en marcha de la «multi» ha obligado a adaptar
software y hardware tanto de Metro como en los autobuses interurbanos y EMT.
«La tarjeta de transporte transmite las órdenes a las máquinas validadoras: se
puede tener a la vez un billete de diez viajes y uno sencillo de Metro»,
explica el gerente del Consorcio.
Ya compradas
La EMT, por su parte, ha invertido más de 1,4 millones de
euros en la compra e instalación de nuevas máquinas validadoras, más de 2.000,
según un concurso aprobado en el año 2016. «La EMT –señalan fuentes de la
empresa municipal de autobuses– es reconocida mundialmente por tener uno de los
sistemas tecnológicos más avanzados del mundo en el sector del transporte
urbano, y lleva más de una década con sus sistemas tecnológicos preparados para
haber introducido ya estas modalidades de validación».
EMT «tiene disponible, y las ha propuesto, soluciones mucho
más avanzadas técnica y tecnológicamente que las que pretende implementar el
Consorcio», que no ha aplicado aún «por respeto institucional». De hecho,
añaden, sus máquinas tienen capacidad tanto para validar billetes de diez
viajes como sencillos. Por eso no entiende porqué no se aplica la nueva tarjeta
sin contacto para el billete sencillo de autobús, pero sí para el de Metro, lo que
«perjudica a nuestros viajeros».
«Coexistirán de
momento»
Alfonso Sánchez explica porqué no se incorpora ya el billete
sencillo para autobuses en esta tarjeta: «Una persona puede ir por la calle y
decidir coger el autobús; para entrar en el Metro tiene que pasar por las
máquinas expendedoras, pero para subirse a un bus no».
La puesta en marcha de esta «Multi» supondrá, dentro de unos
meses, la desaparición del metrobús. «De momento, coexistirán ambos métodos: se
podrán seguir comprando metrobuses hasta el próximo 31 de octubre», señala el
gerente del Consorcio. Apartir de esa fecha, ya no se venderán, aunque podrán
seguir utilizándose hasta el 31 de diciembre, que será el momento en el que
dejen de existir de forma definitiva.
Todos estos cambios tecnológicos han obligado a una
«inversión muy importante en investigación, un trabajo muy potente», señala
Sánchez, al que luego ha habido que sumar el coste de la tarjeta y el cambio
del software, que en el caso de los interurbanos corre a cargo de la concesionaria.
De cara al futuro, se piensa ya en posibilidades como el uso
de la tarjeta de crédito como tarjeta de transporte, o conocer el saldo desde
la aplicación móvil, así como pagar o validar mediante la captura de códigos
QR. Coincide en el pronóstico el gerente del Consorcio, que avanza que «en el
futuro, los móviles van a ser un elemento importante para la adquisición de
títulos de transporte».
De acuerdo con el informe anual del Consorcio de
Transportes, se realizan anualmente 1.386 millones de viajes en transporte
público en la región. De ellos, en torno al 9 por ciento utilizan el billete
sencillo, sobre el 18 por ciento el metrobús, y el resto algún tipo de tarjeta
o abono.
El Consorcio Regional de Transportes ya está preparado
–técnicamente– para recibir miles de peticiones por web durante los cien
primeros días en los que la nueva tarjeta de transporte podrá obtenerse
gratuitamente.