Según datos del INE, el 47,2% de los matrimonios separados o
divorciados tienen hijos solamente menores de edad.
Tras las vacaciones, numerosas parejas optan por separarse o
divorciarse, y son diferentes los motivos que propician que tenga lugar durante
esta época. Pasar más tiempo con tu pareja puede ser estupendo, pero también
puede ser el origen de muchos conflictos y discusiones, por lo que la capacidad
de solucionar los problemas que surgen fuera de la rutina diaria se pone a
prueba.
Muchas veces se espera que el pasar tiempo junto en vacaciones
suponga un descanso y la solución a los problemas, o al menos que las tensiones
del día a día se relajen; sin embargo en muchas ocasiones sucede justo lo
contrario: se acentúan los problemas. A esto hay que sumarle un posible
incremento del tiempo compartido con la familia política o los hijos, que puede
convertirse en otro foco de conflicto.
En cualquier caso y tras la difícil decisión del divorcio,
muchos puede que no sepan cuál es la forma más saludable de enfrentar la
situación y explicársela a sus hijos. Para estas situaciones de transición
estos consejos de ifeelonline.com pueden ser de utilidad:
¿Qué ocurre con los
hijos después de un divorcio?
En España, según los datos del INE, el 47,2% de los
matrimonios correspondientes a las resoluciones de separación o divorcio tenían
sólo hijos menores de edad; el 4,6% sólo hijos mayores de edad dependientes
económicamente; y el 5,2% hijos menores de edad y mayores dependientes. Estos
menores que se encuentran en medio de una situación de separación o divorcio de
sus padres pueden tener dificultades al encajar la situación, afectando a su
personalidad, e incluso a su rendimiento escolar.
Múltiples factores son los que afectarán a los hijos durante
y después del divorcio. Desde la pérdida de poder económico que supone el fin
del ahorro común de la pareja, hasta un posible cambio de residencia (cambio de
rutina, de escuela, amigos…). Además hay que añadir la reducción de la
presencia de uno de los progenitores, o el proceso de aceptación a una nueva
persona en su vida si existen terceras personas en la vida de sus padres.
Todo esto puede conllevar sufrimiento y la mala aceptación
del divorcio por parte del niño, que necesitará ayuda para comprender la nueva
situación. Según ifeelonline, «este debe entender que no es culpable de lo que
está ocurriendo, y que pase lo que pase no se quedará solo. Quizás lo ideal sea
que un experto nos ayude a gestionar este complicado proceso de adaptación:
ayudarle a entender que sus progenitores entienden su dolor o que no puede
forzar la situación para obligar a sus padres a estar juntos, pero sobre todo,
que no es el responsable de la situación».
Estos son algunos de los consejos de ifeelonline para tener
un buen divorcio, en la medida de lo posible:
—Ambos padres deben implicarse en ayudar a su hijo en este
periodo, simplificando la dificultad.
—Modificar las rutinas que incluyan a los niños lo menos
posible.
—Mantener a los hijos al margen de las discusiones de pareja
y comentarios legales.
—Evitar hablar mal del otro, y culparle de las situaciones,
en presencia del menor.
—Mantener la presencia de ambos progenitores en el día a día
del niño.
—No utilizar al niño para castigar a la pareja (dificultar
el contacto por ejemplo) o echarle cosas en cara al otro.
—Recordar que el hijo no es la persona en la que apoyarse,
sino alguien que necesita apoyo.
—Tomar decisiones consensuadas con respecto a los hijos: no
ser pareja no significa no seguir siendo padres.
—Si la decisión está tomada y es definitiva, lo mejor es
hablar con vuestro hijo con sinceridad: una charla adecuada a su edad
explicándole la situación sin ponerle en contra de ninguno. Es importante
hacerle saber que aunque sus padres van a separarse, ambos le siguen queriendo
igual. Que tiene derecho a sentirse triste o enfadado, pero que poco a poco
pasará.
Lo que hay que tener en cuenta ante todo, aseguran desde
ifeelonline, es que «él no necesita saber los problemas que os han llevado a
tomar la decisión (eso son cosas de pareja), necesita saber que sus
progenitores están presentes en su vida y necesita saber ahora, más que nunca,
que eso no va a variar. A pesar de que hayáis decidido separaros, ambos seguís
siendo padres y el niño nunca ha de ser utilizado como una herramienta para enfrentarse
a la ex-pareja ya que quien acabaría sufriendo sería él».